viernes, 10 de septiembre de 2010

La Revolución de los Comuneros



Inglaterra declaró la Guerra a España y este hecho se hizo sentir fuertemente en la Nueva Granada. Porque para atender a los cuantiosos gastos, el gobierno de la Real Audiencia creó nuevos impuestos y tributos que vinieron a hacer insoportable la situación económica del pueblo. Fuera de varios de menor importancia, los impuestos mas pesados llegaban a 29. Con razón se decía que el régimen español descargaba su mano dura contra las gentes de la Colonia desde el mismo Bautismo. Les seguía en su casamiento, les perseguía hasta el entierro, y les seguía cobrando, más allá de la tumba. Todo estaba gravado:el capital y la renta,, la industria y la agricultura, la vida y la muerte, el pan y el hambre, la alegría y las penas. Semejante explotación fue creando un profundo malestar, fue ahonadndo la diferencia entre los peninsulares llamados CHAPETONES y los sufridos criollos que ya no pod{ian con la pesada carga.

Pero lo má irritante, lo más ofensivo era el modo como se cobraban los tributos por parte del regente visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres y sus empleados, los Guardas de Rentas.
Según un testigo, atropellaban a las personas, arruinaban cuanto se les presentaba a su paso, violaban los hogares y ni aun los sagrarios estaban libres de su registro.
De esta suertes se fue formando en todo el virreinato un fermento de protesta, de mala voluntad, que vino a estallar el 16 de marzo de 1781 en la ciudad del Socorro y que se propagó como pólvora a otras poblaciones vecinas, pertenecientes a la actual territorio de Santander. Era día de mercado público y no menos de 2000 personas se congregaron ante el despacho del alcalde, en la plaza principal, para leer la interminable vista de lo que debían pagar. A los gritos de ¡Viva el rey! Abajo el mal gobierno!, prometieron abstenerse de todo pago.Una mujer llamada Manuela Beltrán rompió el escudo real, hizo pedazos la tabla de los impuestos, convidó al pueblo a la revuelta.
El Socorro se convirtió en cabeza del levantamiento de Los Comuneros y su nombre se propagó como símbolo de la LIBERTAD por todos los rincones del nuevo reino.